Too Much…

Nunca voy a poder correr en medio de la avenida mas transitado de mi ciudad. Nunca voy a saber que fue lo que le susurro la pasajera al taxista que iba pasando al lado de mi carro. Nunca sabré donde consiguió el amanecer encerrado en un cuadro del vago que vive debajo del puente de mi colonia o porque en las reuniones religiosas siempre hay alguien gritando. Nunca voy a saber que pensaba el idiota soldador cuando puso el portón metalito y la cerradura no encajaba bien o cual fue la palabrota que grito en su mente el señor que iba detrás del carro de mi hermana al momento que paro inesperadamente, para que yo pudiera botar unas cajas al basurero. Nunca voy a saber que iba pensando el torpe conductor que manejaba lentamente y detrás de él tenia 10 carros mas sonando sus bocinas intermitentemente o porque el estupido perro de mi vecino hizo sus necesidades enfrente de mi casa y no me fije. Que hubiera pasado si hubiera parado de correr y hubiera ayudado a un grupo de chicas que tenían problemas con su carro, y que al día siguiente fueron al mismo mecanico que voy yo. Nunca voy a saber que dirección tomo el globo que solté cuando tenia 10 años. Nunca sabré si hubiera podido ganar el carro de juguete del cumpleaños de mi primo, en vez de haber estado chillando por que me remache los dedos con la muerta del carro. Nunca voy a saber si mi madre lloro de risa el día que hice una payasada o solamente lloro por que el día anterior mi hermano se fue de la casa.